viernes, 4 de noviembre de 2011

Volver a volar



Apareciste asustando a todos mis fantasmas, alejando mis miedos, borrando mis dudas. Desmontando cimientos, bajando barreras, combatiendo ejércitos con tu cesta de margaritas.
Apareciste sin representar una amenaza, e hiciste como en Troya, esperaste a que me durmiera en tu hombro emborrachándome de sonrisas, para una vez con la guardia baja, ganarme...
Venciste, lo reconozco, pero mereciste ganar esta batalla. Mereces colonizarme, y ser el dueño de todas mis sonrisas. Imponer tus costumbres y tu cultura en este territorio inexplorado. Territorio desierto desde hace mucho tiempo.
Llegaste sigilosamente, sin hacer ruido, sin alertarme... me fié de ti, me fío de ti. Así que bajo las armas, retiro las trampas. Abro las palmas de las manos para que todo caiga al suelo, para desprenderme de lo nocivo, para recuperar agilidad y alejarme del suelo... Para volver a volar.
Contigo


Cristina González