lunes, 28 de febrero de 2011

Reacción en cadena

Se abrió la puerta... esa que estaba sellada bajo una capa gruesa de polvo, se abrió inesperadamente y entró la brisa. Deseaba abrir la puerta, si, pero a sabiendas de que solo se abriría cuando al otro lado se encontrase aquel que supiera como hacerlo. Llamaron muchas veces, algunas incluso me asomé por la mirilla, pero al final siempre acababa sentada frente a ella. Sabía que no sería fácil, pero cuando ocurriera entraría la luz y se vería más claro.
Un día en el que ya no estaba sentada, de pronto ocurrió, se abrió y me dejé llevar por esa brisa, permitiendo que mi vestido quedara raído por su fuerza, me abandoné ciegamente a ella y solo cerré los ojos y confié... pero esa brisa no se dejó llevar eternamente bailando entre mis brazos, cambió su rumbo y se convirtió en una nube de polvo negro, polvo que se encontraba tras esa puerta, bloqueándola un instante antes. Me culpó de aquella suciedad de la que se impregnó y con ello me dañó, traicionando mi confianza y mi valía y me dejó sola tras esa puerta sin poder confiarle el motivo de su existencia. Me hizo sentir empequeñecida menospreciando el sentimiento que sentía por ese viento, las emociones que había despertado en mi... me desmotivó pensar en la fuerza que gasté intentando cerrar ventanas y tapiar puertas para protegerla allí dentro, para cuidarla, y que no lo viera, que no sirviera de nada. No vió la escoba en mi mano y como me la quitaba cada vez. Solo vió el polvo que intenté limpiar y no me permitió, polvo que olvidé que existia por la inmensa presencia de esa brisa que no me permitía fijar mi atención en ningún otro lugar. Polvo que solo era cenizas de mi pasado...

Y precisamente su duda, es el motivo de la mía...


Cristina González

martes, 22 de febrero de 2011

Decir adiós


Decir adiós... Dejarle marchar...
Cuando amas a otro ser más que a ti mismo, no te mueven tus intereses, sino los suyos... conseguir tu felicidad arrebatando otra y más si es la suya propia, es complicado. Mirar como se marcha y poner una sonrisa para enjugarle un poco más el momento cuando lo que deseas es salir corriendo detrás... eso en mi diccionario sentimental es ser valiente, valiente, duro y sentencioso, es soportar un peso que sabes que nadie te va a quitar, y que terminará pudiendo contigo, cediendo y cayendo sobre tí, y aún así lo hacemos... es apretar el nudo de la corbata, y saber que esa mano no vendrá a aflojarlo, pero mejor que se encuentre en tu garganta y no en la suya... oir como se alejan sus pasos, sentirlos como latigazos, que se gire para verte una última vez con esa mirada de nostalgia, de preocupación y dolor, dolor que en realidad se siente pero aún no ha llegado a su punto más álgido... no es ni un atisbo de lo que vendrá... y le digas adelante, no tengas miedo, todo me irá bien... mentirle, mentirle en la cara a aquel que amas, precisamente por ese amor... Porque en su retroceso ves ese miedo, de dolerte, de saber que se pondrá bien y que a tí te costará un poquito más, lo que le duele, porque al igual que lo es para tí, tú eres su ser amado, y lo que deja atrás... Es ácido, trágico, inconsolable.
Nos hacemos mayores, marcados por las heridas, no por los años... las arrugas no saben tanto del dolor como las cicatrices... unas vienen con el tiempo y las otras nunca se van... nosotros nos miramos, nos reconocimos y nos amamos, pero tu destino estaba demasiado incrustado a hiel y a fuego como para cambiarlo... movimos algunas piezas y lo tambaleamos, pero si al final hubiese caído lo habrías hecho tú también porque una vida es mucho tiempo... mucho tiempo y muchas heridas que os cosieron muy fuerte, asi que a pesar de herirnos un poco, solo el tiempo sabrá que cicatrices nunca curarán y será cuando te cerciores de donde se encuentra remachada esa fecilidad... No nos pesan los recuerdos, podemos olvidar todos y cada uno de ellos... lo que nos pesan son los sueños, lo pendiente, lo que no hiciste, aquello que no diste...


Da igual donde nos encontremos, los palos vendrán cada vez golpeando más fuerte, pero ellos mismos te aportarán la resistencia para que el siguiente no duela tanto... da igual donde te quedes, ansiarás lo que dejaste... es condición del ser humano... al igual que equivocarse, son fallos de cálculo del corazón...


Cristina González


sábado, 19 de febrero de 2011

Hambre

Hoy he aprendido una cosa: cuando tú eres (la) constante todo a tu alrededor varia...
He sabido que estoy más cerca de acabar un camino que hace mucho que empecé, he decidido contemplar todas las opciones que me brinda la carrera, e intentar aprovecharlas, quizá una beca, quizá unas prácticas, y he decidido darle la espalda al miedo...
Hoy me he despertado con hambre, pero diferente... tengo ganas de comerme el mundo...


Asi que, como diría el león de la Metro...


jueves, 17 de febrero de 2011

Convocatoria pendiente

No fuiste un capricho, aunque lloré como si lo fueras, desconsoladamente y con pataleta. Fuiste la "d" en mi desayuno, la punta del chocolate en mi mikolápiz y la puesta de sol en mi isla. Todo lo magnificó el vivir en la utopía, las sonrisas cómplices y las miradas tiernas, pero suicidas. Fuiste mi acento en los días planos y todas las sílabas de mi esdrújula, pero fuiste. Ahora eres esa equis mal puesta, fuera de la casilla que invalida todo mi examen y me hace volver a empezar...no pasa nada, solo tendré que estudiar un poquito más para el próximo, ya me sé las preguntas... pero esta quedará gravada siempre como pendiente, eso serás, mi convocatoria pendiente.

Cristina González

martes, 15 de febrero de 2011

Mi juicio final

Me declaro admiradora de las miradas cruzadas, de los momentos en que dos personas se miran y saben perfectamente que piensa el otro cuando ocurre algo, o se oye una frase, o simplemente se encuentran sus miradas entre el resto. Me declaro animadora de los días importantes, que pueden serlo en el momento que uno mismo lo decida. Me declaro fan incondicional de los sentimientos que mueven a las personas, de los impulsos y sus gratificaciones y porque no, de las personas valientes. Me declaro persona de las que sienten con su tacto, escuchan en lugar de oír, y ven las cosas invisibles por encima de las otras. Me declaro una enamorada de las sonrisas que aparecen sin ser buscadas y de las personas que buscan mi sonrisa. De los sentimientos innatos que nacen por sorpresa por encima de los adquiridos a base del tiempo. De las casualidades que te cambian la vida o te convierten en mejor persona, de las personas que casualmente son mejores personas cuando te tienen a su lado, de los dos lados que forman mi prisma imposible y utópico y por el que lucho cada día por conseguir. De las canciones que en tu cabeza pierden su sonido para dar paso a las imágenes, los recuerdos, las sensaciones y lugares...de transportarte a cualquier lugar cuando él te mira y que absolutamente todo el mundo se haya dado cuenta de eso incluso antes que vosotros mismos. De las personas que hace mucho que no ves y cuando lo haces es como si no hubiera pasado el tiempo. De las noches en que no te apetece salir y alguien te arrastra y se convierte en una de las mejores noches...de las amigas que se llaman entre ellas "señoras que hacen esto o lo otro" para reírse de si mismas y de los malos momentos que están pasando, y de esas mismas amigas que en el día a día te hacen destornillarte de risa con lagrimas incluidas. De los momentos agridulces en que pierdes algo pero en el fondo sabes que era lo mejor. De haberte tenido por lo menos unos meses con tus dudas incluidas, tus indecisiones, nuestros momentos y los vuestros, porque mirando hacia atrás solo recuerdas lo feliz que fuiste, lo bonito que fue. Me declaro admiradora del dolor, síntoma de que estamos vivos, ya que sin él no valoraríamos tanto los momentos felices. Soy admiradora de nosotros y la magia que envuelve nuestros momentos. Y quizá sea mejor así, y poder recordarlo trágicamente mágico y especial... que abandonarnos a la suerte convirtiéndonos solo, en otra historia más... 


Aún así...
              Me sentencio culpable....
                                            Si la condena es contigo...



Cristina González

sábado, 12 de febrero de 2011

Rayando círculos


Un circulo es una línea infinita de puntos cuyos dos extremos se juntan y todos esos puntos tienen la misma distancia al centro. Yo soy ese punto extremo y tú el otro...inevitablemente decidimos hacer de ese círculo una raya cuando uno de los dos se aleja del otro...pero un circulo cuyos dos puntos extremos poseen esta polaridad inversa que hace que no puedan separarse mucho tiempo seguirá siendo un circulo... infinitamente... como el número de puntos en común que tenemos... infinito. No se este empeño nuestro en romper un circulo, con lo redondito que es y lo bien que están esos dos puntitos cuando están cerca, consiguiendo que el resto de puntos estén igual de bien...y no como cuando deciden estar en raya cada uno a un extremo y todos los demás igual de planos, sin movimiento, lisos, apáticos... Este extremo está cansado de dar vueltas a los mismos círculos, pero está mucho más cansado de sostener una raya mirando a lo lejos a ese último con millares y millares de puntos en medio de ellos y con el impulso de saltar por encima de todos y ponerse en el otro extremo...a lo mejor si lo conseguimos seamos solo dos puntos más, y ¡hay tantas cosas hermosas formadas por tan solo dos puntos! Podemos ser ese símbolo de escritura que se pone justo delante de una frase importante, como por ejemplo - me dijo ":" me quedo contigo...- o podemos formar los ojos de la cara mas sonriente del mundo; o podemos ser esa canasta de la que depende que una derrota en un partido, se convierta en una victoria...o podrían juntarse tanto, tanto, que se convirtieran en un único punto mucho más grande conocido como punto final, del cuento más bonito del mundo.


Cristina González

miércoles, 9 de febrero de 2011

Tu voz

Hoy te vi...después de mi recomposición, de buscar las piezas que perdí o me quitaste, ya no lo se. Después de encontrar el pegamento mas fuerte para unir mis cachitos...después de días perfectos sin pensar en ti. Después de ver cosas buenas fuera de tu lado, de estar con gente que me hace feliz, de vivir intensamente y dejar que otras personas dibujen sonrisas en mi cara...Después de tener yo la última palabra... Te vi, y al principio pude mantenerme frente a ti porque todo ese enfado seguía estando, y pensé que lo lograría al fin... pero no pude olvidarte.
 Hoy te vi, y el verte no dolía, pero al hablarme tan normal de cosas triviales como si no te afectase hacerlo, lo comprendí...de nada sirve estar fuerte, de nada los enfados, el no comprenderte, el seguir con mi vida, da igual que sea una semana que cien días...tu voz me hizo entender, que pase lo que pase no será tan fácil olvidar algo que jamás fue tan grande como lo que pudo ser...y toda esa enormidad es proporcional al vacío que siempre quedará...porque alguna vez fue nuestro momento, porque ya nunca lo será...





Cristina González

lunes, 7 de febrero de 2011

Un cara a cara

No existe una verdad universal entre dos personas; cada uno posee su verdad. La capacidad de ambas para conseguir la empatía determinará el logro del consenso... si no lo hacen, estarán perdidos.




La esperanza pende de un hilo como una redención hilada lentamente
Sinuosa y serpenteante, el brillo de la misma ha llamado mi atención.
Y soy defectuoso pero me he pulido tan bien que veo ahora las cosas que me juraste que habías visto tú.

Estoy justificado, soy egoísta, estoy equivocado, tengo la razón, juro que tengo la razón...
Juro que lo supe desde el principio

Así que voltea sobre la esquina de tus labios entreabrelos y siente la punta de mis dedos
Traza el momento, cae para siempre,
la defensa es un papel delgado.Sólo un contacto y estaré tan profundo como para nadar contra la corriente
déjame deslizarme, déjame deslizarme contra la corriente.



Así que bajemos la guardia, nada es tan difícil si encontramos las respuestas viéndonos en los ojos de otro... Dicen que la amistad como el amor consiste en entregar confiadamente a alguien el arma con el que puede herírsenos sabiendo que no la utilizarán contra nosotros. He recibido una pistola, letal, peligrosa... tú la tirarías al río porque no sabes nadar... yo no necesito hacerlo para saber que no voy a usarla.

Cristina González

domingo, 6 de febrero de 2011

Redoloroso


Arrancarte una tirita, puede ser doloroso, puede que se te haya pegado bien a la herida y que al levantarla descubras que en ella se va mas de lo que creías, a veces incluso se incrusta parte de ti y duele, joder si duele. ¿Hacerlo poco a poco? nose, quizá poder ir viendo con antelación como será de crítico el segundo siguiente te aliente de cuan doloroso va a ser, y puedas prepararte. Tu tirita lleva consigo parte de ti, la has intentado arrancar de un tirón, desprendiéndose con ella lo mas impensable que arrancarías algún día, el problema es que crees que necesitas recuperar la tirita porque no estabas preparado a ver lo que se iba con ella...familias, amigos, y esa pérdida de independencia. Pero la arrancaste, esta sucia, estropeada, y ha perdido el pegamento que la sostenía. Esperó tanto que pensó que el día que te decidieras sería definitivo, por eso verte indeciso ahora le hace pensar que no, no debió estar ahí contigo, no debiste llamarla, debiste estar solo mirando esa tirita y viendo lo que arrancabas con ella...Y no ahora, ahí sentado con la tirita en la mano e intentando volver a pegarla...ella te estaba esperando, con mercromina, con soplidos frescos para tu herida, vendas, apósitos hechos con sueños, pero es hora de guardar todo eso y solo desearte que hagas con esa tirita lo que tú consideres necesario, que valores como quieres que sea tu vida, y si es como imaginabas al tirar de la tirita, que luches, que será duro, que te comerá la melancolía pero que te pondrás bien y podrás volver a ser feliz. Mira como era tu vida en el presente más próximo, estabas bien, pero no completo, sencillamente no era perfecto, ¿que algún día lo fue? si, que justo es en lo que piensas? también, pero esa idea ya no es real. Tu realidad más inmediata son tus sentimientos, pero no podrás vivirlos así si no te quitas la venda al mismo tiempo que la tirita... abre los ojos y mira, hay un mundo fuera de ti, estas bien, y tienes que aprender a estar solo, a quererte, a encontrar tu paz para volver a amar a alguien, ya sea a una a la otra o a ninguna de las dos, y no, no puede volver a hablar contigo de esto,su tiempo como psicóloga ha terminado, ahora debe preocuparse de ser la chica del corazón roto, de luchar por su recuperación, de mirar su tirita y ver como hacer para que no duela...


Cristina González

viernes, 4 de febrero de 2011

Paradojas


- Hola...puedes venir?
- Cálmate, siempre me asustas cuando me llamas llorando en mitad de la noche, y cuéntame que te pasa
- Lo ha vuelto a hacer...
- Voy para allá.


Y al colgar el teléfono lo supe, siempre pasaría lo mismo, ella me llamaba llorando, yo la consolaría diciendo que algún día encontraría un hombre que no la traicionaría, alguien que la valoraría por ser como es, que se enamoraría de esa sonrisa que aparece por las cosas más pequeñas y hasta de esa manera tan especial que tiene de regañarte. Se lo repetiría, se dormiría llorando en mis brazos mientras le digo todo eso como amigo por no atreverme a decírselo como hombre, para que al poco tiempo se vuelva a enamorar de un desalmado que no la valora, que la toca por placer y no por este amor, que la oye pero no la escucha, y que sin llegar a conocerla se cansará de ella y me la devolverá aunque sea sólo en estos pequeños instantes. Ella no se da cuenta de cuanto la conozco. De lo enamorado que estoy de ese gemido que hace cuando no le sale alguna cosa como la tenía planeada. De su coleta de lado cuando se levanta con el pelo alborotado y de lo preciosa que está en pijama, de como cuenta las cosas más insignificantes como si fuera lo más importante del mundo, bueno en ese momento lo es para ella y para mi. De la forma en que la cámara la capta sólo a ella cuando sale en fotos, y de su letra ininteligible, de lo interesante que es que siempre esté planeando algo que hacerle al idiota de turno, y que a pesar de que le dedique horas a ello no se disgusta si no se lo agradecen. Y de esa humildad que la caracteriza ya que siendo la persona más bella del mundo no se lo termina de creer, quizá eso la hace tan especial. Eso, y que la conozco desde los 5 años, cuando era ella la que me enseñaba el mundo...por eso sigo yendo a rescatarla, porque el niño que soy le debe recordarle el resto de mi vida lo que es el mundo cuando las lagrimas no le dejan verlo...
Cuando llegué la puerta estaba abierta y ella hecha una bolita en el sofá...


- Me dijo que me quería...
- ¿y tú le creíste?
- ya...pero me lo dijo tan convencido, que sí, le creí...
- las palabras mas sinceras no se escuchan, se leen en las miradas...
- ¿por qué siempre me pasa lo mismo?
- Porque no aprendes y sigues buscando lo mismo
- yo no los busco, ellos me encuentran...la próxima vez...
- la próxima vez te volverá a pasar lo mismo, porque sino no serias tú, te enamoras de lo que te atrae y te atrae lo que es distinto a ti, lo cruel y superficial...


Ella me miro confundida con una mirada entre resignación y enfado


-  ¿y según tú que debería hacer?
- Nada, seguir haciendo lo que haces sino quien va a invitarme a helado un miércoles a las dos de la mañana?
- Ay...Que haría yo sin ti
- Acabar con la industria de los dulces
- jajajaja, que malo eres...Algún día podría encontrar a alguien como tú
- Si....algún día.


Cuando fue a la nevera a por el de chocolate, se hechó a llorar...


- Es un idiota que no te merece, anda ven aquí...


Pusimos friends y nos acurrucamos en el sofá mientras le acariciaba el pelo y pensaba en lo afortunado que era en ese momento.
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Venga hace dos meses que no estas con nadie y te mueres por llamarlo...a las dos de la mañana?bueno inventa una escusa...
- Hola...puedes venir?
- Cálmate, siempre me asustas cuando me llamas llorando en mitad de la noche, y cuéntame que te pasa
- Lo ha vuelto a hacer...
- Voy para allá.


Vale, va a venir, ¿y ahora qué? ¿Cómo le digo que llevo enamorada de él desde tiempos inmemoriales... ¿y todo para qué?¿para estropear vuestra amistad? Para perder a la única persona en la que puedes confiar y que te quiere tal como eres...bueno de esa forma, porque ¿cómo te va a querer de la otra? él, que siempre sabe exactamente que decir, que podría estar con la chica que quisiera... es el único hombre que conozco que sabe como tratar a una mujer, entenderla y hacerla sentir única. Que tiene ese humor tan ingenioso y particular que siempre te pinta una sonrisa. Lo que más me impacta es como sabe mucho de todo, siempre tiene algo interesante que contar, que ha leído, o ha visto. Y su olor, lo conozco desde los 5 años y cuando lo abrazo su olor me hace sentir que sigo siendo aquella niña... Y se le ve tan seguro de todo...ya esta aquí... a lo mejor debo esperar un poco más, quizá si le digo que aquel chico me ha vuelto a dejar me diga algo que me oriente...


- Me dijo que me quería...
- ¿y tu le creíste?
- ya...pero me lo dijo tan convencido, que si, le creí..
- las palabras mas sinceras no se escuchan, se leen en las miradas
- ¿por qué siempre me pasa lo mismo?
- Porque no aprendes y sigues buscando lo mismo
- yo no los busco, ellos me encuentran...la próxima vez...
- la próxima vez te volverá a pasar lo mismo, porque sino no serias tú, te enamoras de lo que te atrae y te atrae lo que es distinto a ti, lo cruel y superficial...


Esa es la imagen que tiene...Vaya, si supiera lo que siento ahora mismo... y yo que iba a decirle lo enamorada que estoy...seré idiota, como podía pensar que tenía alguna opción...


- Y ¿según tú que debería hacer?
- Nada, seguir haciendo lo que haces sino quien va a invitarme a helado un miércoles a las dos de la mañana...
- Ay...Que haría yo sin ti
- Acabar con la industria de los dulces
- jajajaja, que malo eres...Algún día podría encontrar a alguien como tú
- Si....algún día.


Mientras iba a la nevera a por el helado, no pude evitar llorar, tenía a mi lado al hombre más maravilloso del mundo y nunca sería mío, por lo menos me quedaban esos ratos...


- Es un idiota que no te merece, anda ven aquí...


Pusimos friends y nos acurrucamos en el sofá, mientras me acariciaba el pelo pensé en lo equivocado que estaba, y en quién sería la afortunada que le robaría el sueño y en lo estúpida que era por no darse cuenta del hombre que era...





(Quizá si todos fueramos más sinceros con las personas que amamos, el mundo seria un poquito más fácil, sin esos miedos al rechazo, a momentos incómodos, a las consecuencias... sólo quizá...)

Cristina González

miércoles, 2 de febrero de 2011

Surtido de días


Venga me voy antes de que se coja más...voy a choparme!
Camino hacia al coche con la chaqueta como paraguas no paraba de pensar en las ganas que tenia de que acabase ese día, de llegar a casa y quitarme la ropa mojada, odio la lluvia...mientras buscaba las llaves en mi bolsillo, la vi, una imagen me detuvo, estaba sola bajo la lluvia con un pelo rubio ceniza que se deshacía en blondos rizos mojados, los brazos extendidos y las palmas de las manos hacia arriba. No puedo recordar como iba vestida porque solo podía mirar esos ojos sonrientes, hasta ese día no sabia que se podía sonreír con los ojos... pero estaba allí bajo la lluvia, feliz, como si disfrutara de mojarse...me metí en el coche, hasta que su mirada reparó en mí, soltó una carcajada y yo sonreí mientras toqueteaba la radio intentando disimular, pero mis ojos volvieron a ella...hasta ese día tampoco sabía que el primer beso no se da con los labios, sino con los ojos... se acercó a mi corriendo y me hizo un gesto para que bajase la ventanilla.

- Te ríes de mi porque piensas que estoy loca ¿verdad?
- Bueno yo solo...un poco la verdad, con la que está cayendo...
- Es que he tenido un buen día y alguien me ha dicho que iba a llover y no iba a ser un día perfecto, pero se equivoca, la lluvia no hace que esté menos feliz.
- Ya te veo...pero vas a recordarlo mucho tiempo por culpa del resfriado que vas a coger
- Creo que necesitaba algo malo hoy, sino tendré la sensación de que ningún día superará este.
- ¿Y puedo preguntarte que te ha pasado para que estés tan feliz?
- Aún no te conozco para responderte a eso
- Y ¿con un café calentito?
- No, solo falta que seas un chico encantador y te conozca precisamente hoy... ¿que tal mañana?
- De acuerdo, nos vemos en el café de la esquina a esta hora, por cierto me llamo Daniel
- Yo lluvia
- Ahhh...vale ya lo entiendo todo
- Es broma, soy Lucia
- Encantado Lucia, pues hasta mañana!


A las seis y media Lucia entró por la puerta sonriente.


- Ya puedo decirte lo que me paso ayer. El que hasta entonces era mi novio, me confesó que esta viéndose con otra chica
- Vaya lo siento...
- No, no lo sientas, es lo mejor que podía pasarme, llevaba años metida en una relación que no me llenaba, pero como creía que él me quería tanto, y como era tan bueno conmigo me mantenía en esa relación, a costa de mi propia felicidad y mi sonrisa
- Entonces enhorabuena, supongo...
- Si... ayer empece a ver la vida con otros ojos, y encima conocí a un chico encantador
- Hombre gracias
- He quedado con el dentro de un rato...es broma
- Bueno y lo de encantador ¿como lo sabes?
- En realidad no lo se, es una impresión, cuando me viste tan feliz bajo la lluvia ya había previsto que algo bueno iba a pasarme
- Bueno, Lucia, la verdad es que yo tengo novia
- Vaya...es una lastima
- Mira por donde, sabes hacer bromas, pero no encajarlas...


Entonces me sonrió y me di cuenta de lo familiar que resultaba hablar con ella, como si lo hubiéramos hecho siempre, hay veces en que se crea un clima cálido, una confianza entre dos personas desconocidas mas grande que la que tienes con gente que conoces toda la vida...La chica de la lluvia tenía razón, los días perfectos no son tan buenos, porque a su lado el resto de la vida resulta mediocre. Pero ella no había reparado en una cosa, nos pasamos tanto tiempo esperando cosas buenas, días perfectos, que malgastamos el resto de tiempo buscándolos, y cuando miras atrás, esos días medio buenos, son en definitiva la vida; no se compone de 4 días perfectos, aunque sean en general lo que se recuerda...son el camino, el ir labrando con amor ese día perfecto varios miles de días antes, los que hacen que ese día merezca la pena...yo me pase 25 años labrando ese día perfecto, y empezó siendo un día horrible, camino al coche con mi chaqueta como paraguas...cuando la vi.






Cristina González

martes, 1 de febrero de 2011

El baúl

- Me han regalado un baúl de Venecia para mi cumpleaños...
- ¿Un baúl para los pies de la cama?
- Si...pero lo que quiero meter en él no cabe...
- ¿Y qué quieres meter?
- Un recuerdo de cada viaje contigo, un instante de cada día especial a tu lado, tu primera mirada, tu primera sonrisa, tu primer te quiero, tu primer anillo y todo lo que queda por llegar.
-  Sabes que no me gusta que me digas todo eso ahora pequeña...me supera.
-  Lo sé, sé que no sientes lo mismo.
- No es eso, claro que lo siento, pero deberías decírmelo el día en que yo también tenga un baúl en el que guardarlo...porque es tan bonito que me gustaría poder conservarlo

Cristina González